La Unión de Autónomos del Comercio CNAC manifiesta su exigencia de que la aduana fronteriza de Melilla con el Reino de Marruecos se abra lo antes posible y con efectos amplios y positivos para la Ciudad Autónoma.
Antes de que finalice el año, y ante los rumores de que las negociaciones entre España y Marruecos se encuentran avanzadas, CNAC pide que se produzca la reapertura inmediata del paso fronterizo de Melilla, así como que se abra también el de Ceuta, la otra Ciudad Autónoma española.
Además, la organización de autónomos y autónomas del comercio ve necesario que los intercambios no queden limitados, sino que se extiendan a todas las áreas y productos, y también a las personas que adquieran mercancías.
Por otra parte, se ha solicitado en diversas ocasiones por parte de la entidad que los términos de la reapertura no se vean condicionados a los intereses marroquíes, sino que se establezcan dentro de la estrategia de la Unión Europea de libre circulación de personas y mercancías.
Durante todo el año 2024, la Unión de Autónomos del Comercio CNAC ha desarrollado una línea específica destinada al conocimiento de la realidad de la Ciudad de Melilla, profundizando en sus necesidades y descubriendo posibles proyectos de futuro, junto a diversos agentes sociales y económicos.
Entre estas entidades e instituciones, CNAC ha establecido contactos con las autoridades de la Ciudad, concretamente con su vicepresidente, Miguel Marín, así como con organizaciones como la Unión de Autónomos UATAE Melilla y Pymes Melilla. En las conversaciones siempre ha habido un amplio hueco para tratar sobre los perjuicios que el cierre fronterizo estaba produciendo a vecinos, empresas y entidades, por lo que se han emitido numerosas peticiones sobre su apertura.
Especialmente dura ha sido la situación del comercio, sector en el que se ha evidenciado una auténtica asfixia para los productos melillenses y peninsulares, habiendo cambiado drásticamente la realidad anterior a 2018 por un escenario de reducción y cierre de comercios.
Tras seis años desde el cierre unilateral y sin previo aviso por parte de Rabat de la aduana melillense, “la economía de la ciudad española se ha deteriorado gravemente, teniendo que reconvertir sus estrategias de desarrollo, que CNAC ha conocido y está apoyando con estudios y propuestas de interés socioeconómico”, según Pepe Galván, presidente de CNAC.
Mucho ha durado la negociación entre los dos países, “un desgaste que han sufrido las y los melillenses”, afirma Galván. Además, indica, desde que en 2022 se produjese el acuerdo entre los dos países para esta reapertura y la apertura de la aduana ceutí, “no se han dado pasos firmes para terminar con esta incertidumbre, por lo que apremiamos a que se produzca una reapertura inmediata y sin condiciones, que ofrezca garantías al comercio y el futuro de las Ciudades españolas, y que no deje fuera nada relevante, especialmente la soberanía y la independencia de Ceuta y de Melilla”.